viernes, 7 de marzo de 2008

Mocos gigantes

Descuiden, no voy a publicar fotos de los mocos… pero si de la perita sacamocos, con la que Sebastian tiene una relación de odio y yo de amor.


Desde el domingo había empezado a toser extraño. Luego vinieron dos días de muchas siestas, cosa normalmente difícil en él, pero que atribuí al cansancio del viaje reciente a Margarita o ¿quizás a algo de tristeza porque ya no estaban farfar Toivo y Karina para consentirlo y entretenerlo? Y finalmente el miércoles empezaron los mocos con todo!.


Los de esta mañana eran grandes y verdes, tan grandes que la pera se quedaba atascada sin recuperar la forma con la punta tratando de succionar tanta “sustancia”. Como ven, al hacerse madre, una empieza a perder el asco.

Resumo esta primera gripe de Sebastian en 8 palabras/frases clave: tos, respiración, somnolescencia, mocos, gripe, noches interrumpidas, una semana, pera sacamocos.

Ollaney me recomendó poner unas gotitas de suero fisiológico en la nariz de Sebastian antes de usar la pera, y hacerlo con frecuencia cada día, hasta que pase la gripe. El ya reconoce a la pera, cuando la ve se incomoda y cuando empiezo a usarla llora. Pero prefiero eso a vivir la historia de Ramón y su bebé, tocayo del mío, que por acumulársele los mocos tuvieron que hospitalizarlo y meterle una sonda a los pulmones. Ramón me cuenta que su hijo no lloraba sino que gritaba y lo miraba con ojitos de ¡Salvame! Sácame de aquí, papá!


Tengo dos peritas que me han regalado, por ahora estoy usando la que me regaló mi hermana la doctora; es toda de hule o goma y suave al tacto, con marca de la cruz roja americana. Con estas dos referencias no dudo que esta pera sea nuestra mejor opción, aunque por supuesto, después de 10 chupadas en cada fosa nasal por ocasión, no me extraña que las fosas se le pongan rojitas en el borde, pero mejor eso que la sonda, no creen?

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